28.1.05
SIEMPRE NOS QUEDARÁ CASABLANCA
Este domingo, el diario "El País" regala el DVD de "Casablanca" junto con un librito de la historia y curiosidades de esta producción. Naturalmente, me la voy a pillar. Esta ocasión no se deja escapar.
No voy a dármelas de gran conocedor de esta película. Para eso ya hay otros. Simplemente deciros que dentro de la mitología cinematográfica, "Casablanca, ocupa junto a otras como "Lo que el viento se llevó" o "Psicosis", un lugar preferente dentro del Olimpo peliculero. Son de esas cintas que influyen no solo en el cine, si no también en la vida de cada uno de nosotros. Recordamos escenas (incluso si no la has visto), citas frases del guión, sabes como se llaman los personajes, hablas de ellos como si fueran de tu familia. En definitiva, forma parte de nosotros.
Y no es que sea de las más perfectas. Pero enamora desde la primera vez que la ves. Por su estilazo, por la pedazo de historia, por el cinismo y el resquemor de Bogart, por la belleza y el amor contenido de la Bergman, por la caradura del inspector Renault -Claude Rains-, por la sencillez de Dooley Wilson, como el inseparable compañero de Rick, Sam, por que el tiempo siga pasando pero nosotros no olvidemos la magia de "Casablanca".
El domingo la volveré a ver y de nuevo recordaré que siempre nos quedará París o Casablanca, que de todos los lugares del mundo, nos gustaría entrar en el bar de Rick, que cuando me enamoré, ellos vestían de gris y tú de azul, que siempre es un buen momento para comenzar una buena amistad y que en cualquier instante es el mejor para recordar que un beso es un beso y que el tiempo pasará.
Nosotros queremos seguir pasando el tiempo con ellos.
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Este domingo, el diario "El País" regala el DVD de "Casablanca" junto con un librito de la historia y curiosidades de esta producción. Naturalmente, me la voy a pillar. Esta ocasión no se deja escapar.
No voy a dármelas de gran conocedor de esta película. Para eso ya hay otros. Simplemente deciros que dentro de la mitología cinematográfica, "Casablanca, ocupa junto a otras como "Lo que el viento se llevó" o "Psicosis", un lugar preferente dentro del Olimpo peliculero. Son de esas cintas que influyen no solo en el cine, si no también en la vida de cada uno de nosotros. Recordamos escenas (incluso si no la has visto), citas frases del guión, sabes como se llaman los personajes, hablas de ellos como si fueran de tu familia. En definitiva, forma parte de nosotros.
Y no es que sea de las más perfectas. Pero enamora desde la primera vez que la ves. Por su estilazo, por la pedazo de historia, por el cinismo y el resquemor de Bogart, por la belleza y el amor contenido de la Bergman, por la caradura del inspector Renault -Claude Rains-, por la sencillez de Dooley Wilson, como el inseparable compañero de Rick, Sam, por que el tiempo siga pasando pero nosotros no olvidemos la magia de "Casablanca".
El domingo la volveré a ver y de nuevo recordaré que siempre nos quedará París o Casablanca, que de todos los lugares del mundo, nos gustaría entrar en el bar de Rick, que cuando me enamoré, ellos vestían de gris y tú de azul, que siempre es un buen momento para comenzar una buena amistad y que en cualquier instante es el mejor para recordar que un beso es un beso y que el tiempo pasará.
Nosotros queremos seguir pasando el tiempo con ellos.
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21.1.05
MARAVILLAS EN DOS MINUTOS
Me gusta quedarme a ver los títulos de crédito. Y me quedo solo en el cine. El que viene a recoger la mierda que han dejado otros (palomitas, chicles, etc...) se me queda mirando y pensará: "Este es un freaky". Bueno, pues vale, me alegro. Es que lo mio es curiosidad por saber quien trabaja en una película, aunque a veces no conozca a nadie, pero a veces te llevas sorpresas como películas que no terminan con los títulos de crédito, tomas falsas, o cosas por el estilo.
Acabo de leer un reportajito en "Fotogramas", versión digital, que me ha encantado, sobre los títulos de crédito iniciales de algunas películas. Se pueden ver algunos trabajos, que son verdaderas maravillas comprimidas en dos o tres minutos. Mientras ves quienes son los actores, guionistas, directores, etc..., te deleitas con diseños, dibujos, colores y toda la parafernalia que conlleva un buen diseño.
Famosos son los de las películas de James Bond y llaman también la atención de films como "Anatomía de un asesinato" o "Atrápame si puedes" o "Seven". Maestros clásicos como Saul Bass y contemporáneos como Kyle Cooper, tienen su cabida también en este rincón por ofrecernos estas perlas del diseño que indudablemente hace el recibimiento de una película menos mortecino que los simples "letreros" sobre las imágenes de la película.
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Me gusta quedarme a ver los títulos de crédito. Y me quedo solo en el cine. El que viene a recoger la mierda que han dejado otros (palomitas, chicles, etc...) se me queda mirando y pensará: "Este es un freaky". Bueno, pues vale, me alegro. Es que lo mio es curiosidad por saber quien trabaja en una película, aunque a veces no conozca a nadie, pero a veces te llevas sorpresas como películas que no terminan con los títulos de crédito, tomas falsas, o cosas por el estilo.
Acabo de leer un reportajito en "Fotogramas", versión digital, que me ha encantado, sobre los títulos de crédito iniciales de algunas películas. Se pueden ver algunos trabajos, que son verdaderas maravillas comprimidas en dos o tres minutos. Mientras ves quienes son los actores, guionistas, directores, etc..., te deleitas con diseños, dibujos, colores y toda la parafernalia que conlleva un buen diseño.
Famosos son los de las películas de James Bond y llaman también la atención de films como "Anatomía de un asesinato" o "Atrápame si puedes" o "Seven". Maestros clásicos como Saul Bass y contemporáneos como Kyle Cooper, tienen su cabida también en este rincón por ofrecernos estas perlas del diseño que indudablemente hace el recibimiento de una película menos mortecino que los simples "letreros" sobre las imágenes de la película.
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16.1.05
HISTORIAS DE DROGATAS
Las sorpresas que a veces nos tiene reservadas el videoclub. Andaba yo un poco desorientado buscando alguna peli que me interesara, y cuando estaba a punto de coger "La vecina de al lado" (algún día habrá que verla), me pillo "Requiem por un sueño", sin saber que me va a deparar la peliculita de marras.
Bueno, estaba Jennifer Connelly que siempre es un estímulo y estaba también la madre de la niña de "El exorcista". Uno de los hermanos Wayans (¿cuántos son?) y Jared Leto al que habíamos visto en "El club de la lucha" y ahora en "Alejandro Magno".
Cuatro personajes. Un drogatilla, el amigo del drogatilla también colgado, ambos con ganas de hacer pasta en el mundo de los estupefacientes, la novia del drogatilla (también adicta) y la madre del drogatilla, un poco ida y al final..., bueno me lo reservo.
Me diréis, "es otra película de drogatas". Sí y no. Tiene algo que la hace especial. Sus imágenes rezuman cierto dinamismo y su estilo visual es cuanto menos curioso por no decir impactante. Lo mejor, el alucine de la madre con la nevera.
La última media hora, Darren Aronofsky la usa para, como no, preparar el desenlace del film, pero utilizando el esquema de entrelazar las historias de los personajes como hacía Coppola en la trilogía de "El padrino". Y Aronofsky no lo hace nada mal. Al final la película se te hace corta y todo.
Pues nada amigos, a ver si la pilláis, que yo voy a buscar su película anterior "Pi", que ya me he picado con este hombre, vamos a seguir investigando.
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Las sorpresas que a veces nos tiene reservadas el videoclub. Andaba yo un poco desorientado buscando alguna peli que me interesara, y cuando estaba a punto de coger "La vecina de al lado" (algún día habrá que verla), me pillo "Requiem por un sueño", sin saber que me va a deparar la peliculita de marras.
Bueno, estaba Jennifer Connelly que siempre es un estímulo y estaba también la madre de la niña de "El exorcista". Uno de los hermanos Wayans (¿cuántos son?) y Jared Leto al que habíamos visto en "El club de la lucha" y ahora en "Alejandro Magno".
Cuatro personajes. Un drogatilla, el amigo del drogatilla también colgado, ambos con ganas de hacer pasta en el mundo de los estupefacientes, la novia del drogatilla (también adicta) y la madre del drogatilla, un poco ida y al final..., bueno me lo reservo.
Me diréis, "es otra película de drogatas". Sí y no. Tiene algo que la hace especial. Sus imágenes rezuman cierto dinamismo y su estilo visual es cuanto menos curioso por no decir impactante. Lo mejor, el alucine de la madre con la nevera.
La última media hora, Darren Aronofsky la usa para, como no, preparar el desenlace del film, pero utilizando el esquema de entrelazar las historias de los personajes como hacía Coppola en la trilogía de "El padrino". Y Aronofsky no lo hace nada mal. Al final la película se te hace corta y todo.
Pues nada amigos, a ver si la pilláis, que yo voy a buscar su película anterior "Pi", que ya me he picado con este hombre, vamos a seguir investigando.
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9.1.05
UNA VIDA REDUNDANTE
Repetitiva. en efecto, ese puede ser el calificativo que le podemos otorgar a la vida del policía John McClane. Sí, sí. Ese tio de la camiseta pringosa, de malos modales, rudimentarias formas pero efectividad a prueba de bombas. Ese personaje que en 1987 se convirtió en mito del cine de acción con "La jungla de cristal".
Ahora que parece ser que se acerca la cuarta parte de la saga, quiero rendir un pequeño homenaje al papel que le dio fama al bueno de Bruce Willis (junto al David Addison de "Luz de luna"). Porque es un poli de los que gustan, de aquellos que cuando peor están te sueltan una frase lapidaria llena de ironía y que enerva al malo de turno. Porque la película es puro goce (muchos deberían aprender como se hace una peli de este género viendo "La jungla de cristal"). Porque los villanos son supermalos (a mi me encanta Alan Rickman-gracias, Raúl). Y porque a fin de cuentas, el cine se inventó para entretener a la gente y este film cumple con creces con su cometido.
La segunda también me gustó, pero ya había perdido el factor sorpresa. El ambientarla en un aeropuerto, en navidad, fue un buen punto. Ya se sabe que la gente con lo de los aviones es muy aprehensiva.
Y la tercera fue más un alargamiento innecesario que otra cosa, aunque siempre esté ahí la estimulante presencia de Jeremy Irons.
Ahora Willis y McTiernan (el director de primera y tercera) se vuelven a reunir (eso dicen) para hacer una cuarta, de la que poco se sabe. Hace un par de años, Willis (con su inseparable voz española a cargo de Ramón Langa) rodó un bodrio llamado "Lágrimas del sol" con la maciza Mónica Belluci, que en realidad tendría que haber sido esa cuarta parte de las aventuras de McClane. Pero no fue así afortunadamente para los seguidores.
Esperemos que el guión de la continuación sea algo más consistente y que John McClane nos vuelva a hacer vibrar con su "yipi-ha-yei, hijo de puta" y otras lindezas de similar categoría.
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Repetitiva. en efecto, ese puede ser el calificativo que le podemos otorgar a la vida del policía John McClane. Sí, sí. Ese tio de la camiseta pringosa, de malos modales, rudimentarias formas pero efectividad a prueba de bombas. Ese personaje que en 1987 se convirtió en mito del cine de acción con "La jungla de cristal".
Ahora que parece ser que se acerca la cuarta parte de la saga, quiero rendir un pequeño homenaje al papel que le dio fama al bueno de Bruce Willis (junto al David Addison de "Luz de luna"). Porque es un poli de los que gustan, de aquellos que cuando peor están te sueltan una frase lapidaria llena de ironía y que enerva al malo de turno. Porque la película es puro goce (muchos deberían aprender como se hace una peli de este género viendo "La jungla de cristal"). Porque los villanos son supermalos (a mi me encanta Alan Rickman-gracias, Raúl). Y porque a fin de cuentas, el cine se inventó para entretener a la gente y este film cumple con creces con su cometido.
La segunda también me gustó, pero ya había perdido el factor sorpresa. El ambientarla en un aeropuerto, en navidad, fue un buen punto. Ya se sabe que la gente con lo de los aviones es muy aprehensiva.
Y la tercera fue más un alargamiento innecesario que otra cosa, aunque siempre esté ahí la estimulante presencia de Jeremy Irons.
Ahora Willis y McTiernan (el director de primera y tercera) se vuelven a reunir (eso dicen) para hacer una cuarta, de la que poco se sabe. Hace un par de años, Willis (con su inseparable voz española a cargo de Ramón Langa) rodó un bodrio llamado "Lágrimas del sol" con la maciza Mónica Belluci, que en realidad tendría que haber sido esa cuarta parte de las aventuras de McClane. Pero no fue así afortunadamente para los seguidores.
Esperemos que el guión de la continuación sea algo más consistente y que John McClane nos vuelva a hacer vibrar con su "yipi-ha-yei, hijo de puta" y otras lindezas de similar categoría.
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2.1.05
EL QUE BAILA CON LOBOS
Ayer pusieron "Bailando con lobos". En versión extendida. Cuatro horitas que se convirtieron en cinco por los anuncios de Antena 3. La verdad es que las nuevas escenas no aportan gran cosa a una película redonda, revitalizadora del western en los 90.
Recuerdo de pequeño cuando iba al cine los sábados por la tarde. El cine del oeste nunca ha sido mi género favorito. Aún así amo algunas películas como "Centauros del desierto", "Johnny Guitar" u "Horizontes de grandeza". Pero prefería otro tipo de películas. El western cayó en el olvido, pero a partir de mediados de los 80 hubo algunos intentos por resucitarlo pero desde otra perspectiva. Los habituales duros y rudos vaqueros tipo John Wayne en busca del indio malo que había arrasado y violado, se convierten con el paso de los años en blancos con mucha mala sangre que se convierten en los pérfidos de la película.
"Bailando con lobos" es buen ejemplo de este western revisionista. La mejor película de Kevin Costner va más allá del cine de vaqueros. Es un fantástico retrato psicológico de unos personajes que se encuentran con algo distinto. Cambian sus vidas por ello y al final deben pagar las consecuencias de la incomprensión.
Algo parecido sucede con "Sin perdón", obra maestra de Clint Eastwood que se centra en las malas artes de un sheriff blanco (Gene Hackman) que centra su ira no en los indios, sino en unos personajes con mucho que esconder de sus vidas.
"Silverado" de Lawrence Kasdan y "El jinete pálido" revisitación del clásico "Raíces profundas" por Eastwood (he dicho revisitación, que no remake) son otros de los escasos ejemplos de un western de calidad hecho actualmente y que ya no cree en los indios como los malos de la historia.
"Bailando con lobos" volvió a llamarme la atención ayer. Su pausado ritmo, su fotografía, su buen guión (¿qué se sabe de Michael Blake?) y su espectacular partitura (loado sea John Barry por estas y otras grandes muestras de su buen hacer), hacen de esta película un magnífico pasquin reivindicativo de los derechos indígenas.
Algunos dicen que la Historia está para falsearla. Otros han comprobado como ese falseamiento les ha costado la desaparición.
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Ayer pusieron "Bailando con lobos". En versión extendida. Cuatro horitas que se convirtieron en cinco por los anuncios de Antena 3. La verdad es que las nuevas escenas no aportan gran cosa a una película redonda, revitalizadora del western en los 90.
Recuerdo de pequeño cuando iba al cine los sábados por la tarde. El cine del oeste nunca ha sido mi género favorito. Aún así amo algunas películas como "Centauros del desierto", "Johnny Guitar" u "Horizontes de grandeza". Pero prefería otro tipo de películas. El western cayó en el olvido, pero a partir de mediados de los 80 hubo algunos intentos por resucitarlo pero desde otra perspectiva. Los habituales duros y rudos vaqueros tipo John Wayne en busca del indio malo que había arrasado y violado, se convierten con el paso de los años en blancos con mucha mala sangre que se convierten en los pérfidos de la película.
"Bailando con lobos" es buen ejemplo de este western revisionista. La mejor película de Kevin Costner va más allá del cine de vaqueros. Es un fantástico retrato psicológico de unos personajes que se encuentran con algo distinto. Cambian sus vidas por ello y al final deben pagar las consecuencias de la incomprensión.
Algo parecido sucede con "Sin perdón", obra maestra de Clint Eastwood que se centra en las malas artes de un sheriff blanco (Gene Hackman) que centra su ira no en los indios, sino en unos personajes con mucho que esconder de sus vidas.
"Silverado" de Lawrence Kasdan y "El jinete pálido" revisitación del clásico "Raíces profundas" por Eastwood (he dicho revisitación, que no remake) son otros de los escasos ejemplos de un western de calidad hecho actualmente y que ya no cree en los indios como los malos de la historia.
"Bailando con lobos" volvió a llamarme la atención ayer. Su pausado ritmo, su fotografía, su buen guión (¿qué se sabe de Michael Blake?) y su espectacular partitura (loado sea John Barry por estas y otras grandes muestras de su buen hacer), hacen de esta película un magnífico pasquin reivindicativo de los derechos indígenas.
Algunos dicen que la Historia está para falsearla. Otros han comprobado como ese falseamiento les ha costado la desaparición.
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SI LA AVENTURA TIENE UN NOMBRE, ESE ES INDIANA JONES
Si se hiciera una lista con los personajes del cine más queridos, seguro que estaría el de Indiana Jones. Por muchas razones: es un aventurero, es arqueólogo amante de su trabajo, tiene hechuras de galán, está dotado de grandes dosis de ironía y sarcasmo y muchos hemos crecido con sus aventuras soñando ser como él.
He estado revisando la trilogía en esa impresionante edición en DVD que Lucas y Spielberg se han sacado de la manga. Tres horas de extras, curiosidades y la historia de cómo se gestó el mito, dan para mucho. Pero la conclusión a la que llegas es que de la mente de dos grandes mitómanos, apasionados por los seriales de aventuras de los sábados por la tarde, con un gran sentido de la aventura y del espectáculo y con ganas de hacer felices a la gente, donaron a la Humanidad una serie de películas que todo aquel que se dedica al cine le gustaría haber firmado.
Aparte de estar entre las películas más taquilleras, de seguir generando beneficios, de tener una legión de seguidores, la saga promete continuar con una cuarta parte que ha estado llena de problemas, cancelaciones y guionistas que han visto como sus libretos han acabado en la papelera de Lucas y Spielberg. Además Harrison Ford (bendito sea Tom Selleck que tuvo que irse a hacer "Magnum" y le dejó el papel a Ford) tiene una agenda de lo más cargada y el chaval se enfundará la cazadora raida con la sesentena cumplida. Los seguidores esperamos con ansiedad esa continuación, así como anhelamos ver el final de la segunda saga de "Star wars" que a pesar de no enganchar como la primera, a mí me sigue divirtiendo.
Steven Spielberg quería hacer una película de James Bond. George Lucas quería hacer un serial de aventuras en pantalla grande. Por allí pasaba el perro de Lucas, de nombre Indiana y este sirvió como excusa para que el director de "American graffiti" le sirviera en bandeja al "Rey Midas" de Hollywood, una de sus aportaciones a la cinematografía más recordadas.
Dentro de todo esto queda el miedo visceral de Indy a las serpientes, esos objetos rarísimos y mágicos tras lo que iba, sus mujeres de carácter, su ensimismado padre (que grande es Connery), sus amigos Sallah y Marcus Brody, Tapón, los nazis (gran Ronald Lacey en el papel de Toht), su látigo, su sombrero, su chaqueta, la bola gigante que amenaza con aplastarle, los bichos diversos, el caballero templario y sobre todo muchas personas felices de haber visto todo esto en una pantalla de cine.
Deberíamos canonizarlos a todos. Ningún Dios ha sido capaz de proporcionar tanta alegría.
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Si se hiciera una lista con los personajes del cine más queridos, seguro que estaría el de Indiana Jones. Por muchas razones: es un aventurero, es arqueólogo amante de su trabajo, tiene hechuras de galán, está dotado de grandes dosis de ironía y sarcasmo y muchos hemos crecido con sus aventuras soñando ser como él.
He estado revisando la trilogía en esa impresionante edición en DVD que Lucas y Spielberg se han sacado de la manga. Tres horas de extras, curiosidades y la historia de cómo se gestó el mito, dan para mucho. Pero la conclusión a la que llegas es que de la mente de dos grandes mitómanos, apasionados por los seriales de aventuras de los sábados por la tarde, con un gran sentido de la aventura y del espectáculo y con ganas de hacer felices a la gente, donaron a la Humanidad una serie de películas que todo aquel que se dedica al cine le gustaría haber firmado.
Aparte de estar entre las películas más taquilleras, de seguir generando beneficios, de tener una legión de seguidores, la saga promete continuar con una cuarta parte que ha estado llena de problemas, cancelaciones y guionistas que han visto como sus libretos han acabado en la papelera de Lucas y Spielberg. Además Harrison Ford (bendito sea Tom Selleck que tuvo que irse a hacer "Magnum" y le dejó el papel a Ford) tiene una agenda de lo más cargada y el chaval se enfundará la cazadora raida con la sesentena cumplida. Los seguidores esperamos con ansiedad esa continuación, así como anhelamos ver el final de la segunda saga de "Star wars" que a pesar de no enganchar como la primera, a mí me sigue divirtiendo.
Steven Spielberg quería hacer una película de James Bond. George Lucas quería hacer un serial de aventuras en pantalla grande. Por allí pasaba el perro de Lucas, de nombre Indiana y este sirvió como excusa para que el director de "American graffiti" le sirviera en bandeja al "Rey Midas" de Hollywood, una de sus aportaciones a la cinematografía más recordadas.
Dentro de todo esto queda el miedo visceral de Indy a las serpientes, esos objetos rarísimos y mágicos tras lo que iba, sus mujeres de carácter, su ensimismado padre (que grande es Connery), sus amigos Sallah y Marcus Brody, Tapón, los nazis (gran Ronald Lacey en el papel de Toht), su látigo, su sombrero, su chaqueta, la bola gigante que amenaza con aplastarle, los bichos diversos, el caballero templario y sobre todo muchas personas felices de haber visto todo esto en una pantalla de cine.
Deberíamos canonizarlos a todos. Ningún Dios ha sido capaz de proporcionar tanta alegría.
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CITAS
VARIAS .-
'el mejor cine es aquelque puede percibirsecon los ojos cerrados''no es un arte, sino un aroma''me gusta que las películastengan comienzo, nudo y desenlace,pero no necesariamente en este orden''dime lo que comes y te dire lo que eres'
