RECORRIENDO MANHATTAN
Travis Bickle sale a patrullar la ciudad. Bueno, o eso cree él. Un antiguo veterano del Vietnam, que desesperado, se mete a conducir un taxi por la Gran Manzana. La jungla humana, la capital del mundo, la ciudad de ciudades. Nueva York.
Travis no está bien. La guerra ha mermado su capacidad mental. No es que esté loco. Los locos son los demás al hacer de este mundo algo insoportable en el que es insoportable vivir. El conduce su coche a través de la ciudad y de la noche y se va encontrando con personajes variopintos. Entre ellos una mujer con todas las de la ley de la que se enamora cuya relación no prospera. Se siente engañado, está resentido.
Conoce a Iris (una Jodie Foster con 14 años) , a la que él cree un alma descarriada a la que hay que redimir, igual que John Wayne en "Centauros del desierto" cuando quería salvar a su sobrina de los indios (lo que pasa es que su sobrina no quería que la salvaran) . Pero lo vuelven a engañar.
Solución: "coge una pistola y se carga al primero que encuentra."
Martin Scorsese dirigió esta maravilla de película en 1975, después de realizar un corto de 5 minutos, "The big shave" donde hacía una de las críticas más agrias de la guerra del Vietnam. Ahora coge a uno de los héroes anónimos de aquél conflicto y lo coloca en una jungla mucho más peliaguda. Sobrevivir pura y duramente.
Muchos críticos la tildaron de fascistoide. Pero sin esta película ni Scorsese ni De Niro serían lo que son actualmente. Y si la vemos detenidamente, vemos que está de rabiosa actualidad.
Aunque eso sí, espero que nunca nadie me apunte con una pistola diciémdome con aire retador: "¿Estás hablando conmigo?"
'el mejor cine es aquel que puede percibirse con los ojos cerrados'
'no es un arte, sino un aroma'
'me gusta que las películas tengan comienzo, nudo y desenlace, pero no necesariamente en este orden'
'dime lo que comes y te dire lo que eres'
SOBRE este sitio
El hombre no sólo se alimenta
con las viandas habituales...
algunos necesitan
de otras cuestiones,
el cine es una de ellas.
Un acercamiento muy personal al Séptimo Arte, una visión que es una más, sólo eso, ni mejor ni peor. Sobre gustos no hay nada escrito, y todo depende del cristal con que se mira. El cinéfago expone y tú opinas.