5.7.04
LAS PROPORCIONES JUSTAS
Hace unos años, la revista francesa "Positif" nos mostraba en una portada una foto de Marlon Brando de su juventud, cuando era uno de los iconos sexuales más reconocibles de nuestra época. La imagen del genio de Omaha abarcaba todo el espacio de portada a excepción de un rinconcito en la parte inferior derecha por donde asomaba un retrato de otro de los "outsiders" del Hollywqod de los 50, James Dean. El titular era bastante aclaratorio: "Las proporciones justas".
Aunque algo salido de madre (tengo a Dean también entre mis favoritos), el titular de "Positif" es bastante esclarecedor. Estamos hablando del actor más influyente de la Historia del Cine. Los grandes de hoy se dejaron llevar por las lecciones magistrales de Brando, que a pesar de seguir clases en el Actor's Studio bajo la supervisión de Lee Strasberg o Stella Adler, adaptó las enseñanzas del método Stalisnavsky aprendidas allí y se impuso una nueva forma de actuar "marca Brando". La eliminación de la barrera actor-personaje unida a la improvisación e inspiración brandiana dieron como resultado un puñado de magistrales interpretaciones que quedan en nuestro imaginario colectivo. El Paul de "El último tango en París" ("nunca sabré de que iba esa película" llegó a decir), el coronel Kurtz de "Apocalypse now", el Don Corleone de "El padrino", el Stanley Kowalsky de "Un tranvía llamado deseo", el boxeador tosco, inculto e implicado en delaciones de "La ley del silencio".
Muchos errores cometió en su vida, pero a quién le importa eso. Queda su figura, su genio, su impresionante físico (de jóven por supuesto), su imponente dominio del oficio actoral.
Hoy todos los que le amamos estamos tristes. Sólo nos queda desear que a la derecha del Dios padre se haya sentado nuestro Dios padrino.
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Hace unos años, la revista francesa "Positif" nos mostraba en una portada una foto de Marlon Brando de su juventud, cuando era uno de los iconos sexuales más reconocibles de nuestra época. La imagen del genio de Omaha abarcaba todo el espacio de portada a excepción de un rinconcito en la parte inferior derecha por donde asomaba un retrato de otro de los "outsiders" del Hollywqod de los 50, James Dean. El titular era bastante aclaratorio: "Las proporciones justas".
Aunque algo salido de madre (tengo a Dean también entre mis favoritos), el titular de "Positif" es bastante esclarecedor. Estamos hablando del actor más influyente de la Historia del Cine. Los grandes de hoy se dejaron llevar por las lecciones magistrales de Brando, que a pesar de seguir clases en el Actor's Studio bajo la supervisión de Lee Strasberg o Stella Adler, adaptó las enseñanzas del método Stalisnavsky aprendidas allí y se impuso una nueva forma de actuar "marca Brando". La eliminación de la barrera actor-personaje unida a la improvisación e inspiración brandiana dieron como resultado un puñado de magistrales interpretaciones que quedan en nuestro imaginario colectivo. El Paul de "El último tango en París" ("nunca sabré de que iba esa película" llegó a decir), el coronel Kurtz de "Apocalypse now", el Don Corleone de "El padrino", el Stanley Kowalsky de "Un tranvía llamado deseo", el boxeador tosco, inculto e implicado en delaciones de "La ley del silencio".
Muchos errores cometió en su vida, pero a quién le importa eso. Queda su figura, su genio, su impresionante físico (de jóven por supuesto), su imponente dominio del oficio actoral.
Hoy todos los que le amamos estamos tristes. Sólo nos queda desear que a la derecha del Dios padre se haya sentado nuestro Dios padrino.
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CITAS
VARIAS .-
'el mejor cine es aquelque puede percibirsecon los ojos cerrados''no es un arte, sino un aroma''me gusta que las películastengan comienzo, nudo y desenlace,pero no necesariamente en este orden''dime lo que comes y te dire lo que eres'
